El Peñasco de Santa Sylvia, Campeón de Chile 2019
El Domingo recién pasado vivimos el último campeonato nacional de rodeo, una jornada que empezó el día jueves con las series promocionales confederaciones y femenina. Pasado el mediodía se puso seria la cosa, porque empezaban las series que buscaban un cupo para la final del domingo, todas emocionantes y de altos puntajes, con caballos a muy buen nivel, donde el sentir de los huasos era la incertidumbre de quien sería el nuevo Campeón de Chile; estaba difícil, muchas colleras buenas habían logrado su paso a la final, se sumaban los campeones de Clasificatorios y el Campeón de Chile 2018, el Criadero Peleco que venía a gran nivel a defender su corona.
Toro a toro la lucha era o atajabas o piño, carreras grandes ilusionaban a algunos, otros picaban de atrás sumando calladitos; fue así que llegamos al cuarto toro, con una medialuna llena de un público entusiasta que aplaudía las grandes carreras, así como también quienes quedaban en el camino.
En el cuarto toro el corte fue de 26 pts. Doña Ángeles y Doña Dominga quedaban atrás ya que ambos restaban 1 malo, seguía el turno de Matzner y Valera, un piño del Mariachi a la mano hacía parecer que hasta ahí llegaban, pero se repusieron con dos atajadas sumando 6 buenos a los 30 que tenían llegando a 36 positivos. Era el turno de El Peñasco de Santa Sylvia que también tenían 30, con Pablo Aninat a la mano en la Doña Inés poniéndole 3 buenos, luego es el turno de Alfredo Díaz en el alazán Peumo Marcado y le pone 3 más, sino pasaba nada ya habían sumado 7 buenos con el punto bueno del apiñadero. Pero los avezados jinetes querían más y Pablo entre gritos y tonadas se asegura y le marca 3 más en la negra sumando 10 y llegando a 40. Luego siguen Ardura y Arraño que aunque hicieran una de 13 no los podían alcanzar, el rosillo y el colorado hicieron 8 para llegar a 34, faltaba por correr 1 collera que podía amagar el título, eran Corvalán y Meza, los Campeones de San Fernando que solo sumaron 4 a los 31 que tenían llegando a 35. Los actuales Campeones tenían 26 y sumando 11 llegaron a 37, por lo tanto, el Peñasco de Santa Sylvia de don Marcos Villalón en la yegua Doña Inés hija de “Albertío” y “Consentida” montada por el experimentado jinete Pablo Aninat, junto a su hijo el caballo Peumo Marcado hijo de “Cuenta Cuentos” y su compañera “Doña Inés” en las riendas del periodista bueno pa´correr Alfredo Díaz, eran los nuevos monarcas del Rodeo Chileno.
Después de esta gran hazaña de estos jóvenes jinetes e incipiente criadero, se nos dio la oportunidad de ya más tranquilos acudir a la parcela donde se encuentra el criadero, para que nos regalaran su vivencia y así compartirlas con todos ustedes.
Al llegar al recinto, me espera don Marcos, con la sonrisa de siempre, lleno de alegría y con ganas de hablar de sus caballos, esos mismos que estaban encarpados comiendo alfalfa en las amplias pesebreras de ladrillo, bajo la mirada atenta de don Leo Díaz y de su hijo Alfredo.
Marcos Villalón, el Criador
De chico fui un fanático de los caballos, sin explicación ya que mi familia no tenía vínculo alguno con ellos. Mi primer caballo lo tuve a los 11 años, se llamaba Rocinante, ni montura le tenía, andaba a pelo en el en La Serena, luego me compré montura en una travesía donde llegué por mi cuenta solo a Ovalle donde la mandé a hacer. Andábamos en la playa con amigos, hacíamos carreras a la orilla, casi siempre perdía porque mis amigos andaban en ingleses y el mío estaba ya viejo y flaco. Pasaron los años y me metí a la escuela militar donde también me vinculé mucho con los caballos, hice polo, salto etc. Luego egresé y durante varios años no tuve contacto con caballos, hasta cuando me retiré y me fui a vivir a Lo Barnechea, me di cuenta que el patio era grande y dije “aquí me cabe un caballo” dicho y hecho, me compré uno medio amansado que vi camino a Farellones y la montura se la compré a un viejito que iba a caballo por las cercanías. Lo disfrutaba salía a pasear en el hasta que después me fui a vivir a Santiago y lo vendí.
Al pasar de un tiempo me casé y en el campo de mi señora en Los Ángeles Cerro Colorado, me compré un par de caballos para andar, fue así que después me picó el bichito y quise comprarme una yegua de verdad. Como conocía a los Trivelli del criadero El Llanos de Rungue pues habíamos estado en la escuela militar juntos, le compré la Consentida (Chamanto y Ganosa) y otra yegua de nombre Cuequera.
En Cerro Colorado un día fui a ver un rodeo, conocí a Los Robles que estaban corriendo, me hice amigos de ellos, al otro día me invitan a correr a la pichanga y así empezó todo. Con el ímpetu de hacerlo mejor le compre a un veterinario un caballo, de nombre Marinero, lo trabajamos todo el invierno, y en la temporada de rodeo entrando a la medialuna empieza a cojear, llamo al veterinario y me dice que yo sabía que el caballo estaba lesionado, nunca me dijo. Así que producto de eso decidí que para poder correr yo debía criar mis propios caballos, y como tenía esas dos yeguas y ellos tenían al Taponazo me lo prestaron, y ahí saqué las dos primeras crías Peñasco y Peñascazo.
Habiendo dos crías había que ir a inscribir y el fundo se llamaba El Peñasco, pero el nombre ya estaba registrado y como mi señora es una santa (ríe) le puse El Peñasco de Santa Sylvia ya que ese es su nombre.
Después me ofrecieron el Esforzado un hijo de Esperando, de donde nació la Javiera y el Tío Copito.
Lo conocí y nos hicimos amigos en el paraguas de Rancagua, después me invito a colaborar con la organización del Clasificatorio de Los Ángeles el año 2001 porque era presidente de la asociación. Nos fue bastante bien, logramos conseguir fondos y remodelar la medialuna etc. Luego me sale un trabajo en Alemania donde me debo ir unos años, converse con él y me dijo déjame tus yeguas, las vio y selecciono la Consentida que la dejo en su campo y la otra me dijo que la vendiera.
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Albertío
5 años, venía todos los años si y compartía con don Ítalo, veíamos los caballos y a me retorno a Chile definitivo, don Ítalo me entrega lo criado y me dice estos son tus caballos… venía un hijo del Pretal el Don Diego, un hijo del Canteado el José Miguel, la Payita del Linchaco, la Doña Inés del Albertío y el Augusto del Vituperio.
No, el me llamaba por teléfono avisándome y yo le ponía los nombres. Nos hicimos muy amigos, me fue a ver a Alemania incluso.
Sandro Gutiérrez, él estuvo 10 años conmigo, prácticamente desde que llegué de Alemania.
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Me vine a correr a Santiago Oriente porque me quedaba más cerca, con Sandro les buscamos jinetes a las yeguas e invitamos a Juan Luis de la Jara a correr con nosotros, como vimos que andábamos bien, pero faltaba otro jinete, Juan Luis habló con Pablo Aninat. Primera vez que completábamos, primera vez que llegamos a Rancagua e igual que esta vez entramos en la serie Criadores.
La Payita me la empezó Jorge Calderón y la Doña Inés Sandro, de echo cuando empezó la Doña Inés salía tan buena, que don Ítalo me dijo párala, y ahí le pusimos el Cuenta Cuentos.
La verdad es que si, lo celebramos harto y lloramos harto también porque mi amigo Ítalo había partido días antes, fue muy emotivo todo, imagínate que a la vez el hijo de Juan Luis estaba enfermo y falleció una semana después.
Pablo Aninat se fue al Agua de los Campos, empecé a correr yo sin mucho éxito la verdad, la temporada siguiente vuelve Pablo y se acollera con Stefano Cavalieri, Doña Inés y Quintrala, pero decidimos retirar la yegua baya en los Clasificatorios porque manifestó mucho resabio.
Bueno, decidimos que con Sandro, que es una excelente persona, habíamos cumplido un ciclo, estuvo 10 años conmigo. Después llega Leopoldo Díaz en junio, no le teníamos compañero a Pablo… habíamos probado con otros jinetes y conversando con Leo me dice, tengo un hijo que le gusta correr, yo conocía a Alfredo de chico porque me lo topaba en Los Ángeles. Ah le digo y ¿corre bien?, si me dice si llegó a Rancagua este año con los caballos de Errázuriz, ¿y querrá correr? Le pregunto; si me dice va a estar feliz, y así se armó la collera para la temporada.
La verdad es que, de mi parte ninguna, lo había pensado para la siguiente temporada, pero me dicen no, la meta es llegar a los Criadores, ahí me jodieron porque tenía que correr yo (ríe) … y también llegar a Rancagua.
Se trabajaron los caballos en agosto y en septiembre salieron Pablo y Alfredo al rodeo de Las Condes, corrieron dos toros en el Champion, después fueron a Ovalle se ganaron la de criadores y corrieron el cuarto, de ahí fueron al primera con puntos del Parque salieron terceros, luego se ganaron el rodeo de La Florida y los caballos quedaron completos.
En lo de Criadores, me costó un poco afirmarme, años que no corría, fuimos a Maipo, al de los Ángeles con Pablo premiamos, pero corrimos dos toros, había que correr tres, y en Pelarco nos fue mejor y yo agarre más confianza y corrimos tres. Después fuimos a Santa Bárbara y nos ganamos la serie con 17 pts., y en el champion salimos séptimos, así que felices.
Clasificar, y ojalá correr tres toros. El chico Leo estuvo de cumpleaños el sábado en Rancagua, y decíamos ya premiados, ojalá correr tres toros y felices si se daba el cuarto, pero ninguno de nosotros pensaba en ganarse el Chileno.
Yo estaba feliz, pasando al segundo toro veo a Pablo que encancha la yegua y digo entre mi ¡Qué está haciendo!… y veo que pum marca, para atrás lo mismo Alfredo se manda otra atajada, y culmina otra de Pablo en la yegua, cierran con 11 y suman 19 ¡Estamos en el tercero! Insisto, yo estaba feliz les hacía barra desde arriba contento por ellos y mis caballos. Luego viene el tercero y 11 mas ,no lo podía creer, ¡estábamos en el cuarto toro del Champion de Chile! Después los chiquillos le ponen 10 buenos y llegaban a 40, ya por lo menos habíamos agarrado un puesto. Celebrábamos con la familia y amigos pero, faltaba que correr el Pito Corvalán y cuando no la hizo todos me abrazaron y yo lo único que quería era bajar a abrazar a los chiquillos, después me di cuenta que estoy sin manta y el Ítalo Zunino me tira un chamanto… Felicidad máxima, con decirte que ni vi la carrera de Peleco.
Descanso hasta septiembre, y a la Doña Inés le sacaremos embriones con el Cuenta Cuentos.
Leopoldo Díaz, el Arreglador
También le pedimos que conversara a don Leopoldo Díaz con nosotros. Ahí afuera de la pesebrera del Peumo Marcado que sacaba la cabeza como si supiera que estábamos hablando de él, don Leo nos cuenta:
Bueno, yo estaba en Llay Llay trabajando para el criadero Vichiculén, de los cuales estoy eternamente agradecido porque ahí pude mostrar un poco lo que sabíamos hacer nosotros, la temporada anterior habíamos llegado a Rancagua. Pero quería un cambio con mi familia, fue en ese momento que decido independizarme, armé unas pesebreras donde un amigo para trabajar caballos, cuando en eso me llama don Marcos, yo lo conocía a él ya que habíamos compartido en rodeos en el sur, me contó de su propuesta y era lo que yo quería, estar en criadero, porque ahí hay más proyección que un corral. Cuento corto esto fue un día miércoles, quedamos de concretar a la semana siguiente de la vuelta de don Marcos de un viaje a Colombia, el viernes de esa misma semana me llama mi padrino don Jorge Inostroza, que me tiene una pega en el Criadero La Trilla, pero no pasa nada porque don Marcos me llama el domingo para cerrar el trato antes de su viaje, era todo lo que quería, en el Peñasco había material de trabajo, don Marcos disfruta el rodeo al igual que yo, y siento que para mí es lo principal, hacer de esto un agrado.
A la Doña Inés cuando la ensille no la sentía cómoda con un viejo arriba, así que empecé hacerle un trabajo fino que a mi parecer era lo que le faltaba, harta rienda, recogerla más, que pusiera más las patas, que saliera ordenadita y nos hiciera las 2 atajadas a la mano. La fui trabajando con don Marcos presente, yo le decía esto es lo que le falta y a esto debo llegar, poco a poco se fue poniendo, con bozalillo y martingala tomada del mismo. Del físico que decir, es una tremenda manca, y potencia le sobra, solo había que corregir algunas cosas.
El Peumo Marcado, había que bajarlo, mucho temperamento, cabeceador, atajador, pero también había que hacerle más rienda, que arrastrara el toro tranquilo, que no quisiera pegarles de un viaje.
Claro que si, además era la collera firme que teníamos a pesar que el caballo tenía poquitos rodeos. Como estábamos empezando no me importaba mucho, pero yo le decía a Pablito tranquilo, a su yegua cuando se la tenga pa´los Clasificatorios va a estar al 100.
No, los caballos no trabajan cómodos así, por lo menos estos no, harto trabajo invertido, siempre avanzando y que busquen al toro, no que tengan tendencia a buscar para delante, que saquen la paleta, que saquen la mano, que pongan las patas y cuando se giren que peguen. Además, harto estado físico, en el caminador, luego los ensillo a rienda suelta, harto trote para que se suelten.
La yegua la corremos con un español con 2 tiros y ocupando el tiro de arriba, yo la trabajo sin bozalillo, pero Pablo le gusta con bozalillo y el caballo con un ocho simple y sin bozalillo.
Yo tuve la suerte de trabajar con los Hernández, y me subí a muchos caballos sangre del Agua de los Campos, son de una calidad tremenda, de una potencia tremenda, muy especiales, pero no son caballos para pilotearlos: que los pongo aquí, que los pico etc. No, necesitan mucho trabajo fino, que se suelten, bajarlos, no tocarlos con las espuelas, puro cuerpo, adiestramiento, trabajo fino. Imagínese usted quizás no mucha gente se dio cuenta, pero el domingo en Rancagua yo camine 2 horas a la yegua y 2 horas al caballo en la mañana, porque quieren hacer todo al tiro, ya cuando sé que están listos les saco un galope a la mano y salen tranquilitos. Si usted tiene la suerte de toparse con un caballo de Agua de los Campos, quiéralo mucho, cuídelo, trabájelo con mucha paciencia, enséñele todo porque va aprender todo, quizás unos primero otros después, y cuando este suelto como un atleta pídale porque no le va a aflojar.
Los caballos son unos atletas, por lo tanto, tienen que seguir su vida de atleta, no soltarse a potrero, pasaran acá cuidados a pesebrera, en el caminador, soltarlos al potrerillo de día, seguir ensillándolos. Al caballo que es más nuevo hay que corregirle más el apiñadero y enseñarle más arreo, hay que enseñarles eso también a los caballos, para que no boten el toro, que aprendan a regularse. Y ojalá sacarlos en noviembre, a los criadores, sacarlos a un rodeo grande y ahí ver que mejorar.
Haciéndolos arrear, con una vaca mala, que regulen la fuerza para que no boten el toro.
Son Campeones de Chile ¿Cuál es su sensación?
Feliz pos oiga, porque somos un equipo donde cada uno cumple un rol, mi hijo y Pablo corrieron increíble, feliz por don Marcos que deposita toda la confianza en nosotros, y claro, contento porque creo que pude mostrar mi trabajo.
Alfredo Díaz, Campeón de Chile montando en Peumo Marcado
Ya terminando la tarde y mientras termina de hablar por teléfono con algunos medios, invitamos al periodista Campeón de Chile que nos cuente los inicios de este triunfo.
La verdad es que, de muy chico siempre hubo caballos en mi casa, mi papá siempre se dedicó a esto, así que el rodeo siempre formo parte de nuestras vidas. Mi primer rodeo fue a los 9 años, luego a los 14 volví a correr pero no me sentía cómodo, sentía que me faltaba, y trabaje para eso, para superarme. Mi papá estaba en San Rafael con Los Hernández así que me levantaba a las 5 de la mañana a galopar, llegaba a medio día a la casa hacía las tareas y me iba al colegio.
El primer champion mío fue a los 24 años (tengo 26) en la yegua Ahora Sí del Criadero Vichiculén junto a Juan Jamett en Catemu, lugar donde me crié, fue con 34 puntos, un lindo recuerdo. Pero el primer gran logro fue teniendo mi propio caballo que era muy bueno, el Lolero, cuando a los 17 años corrí un cuarto animal en un Rodeo de San Lorenzo. Tras eso baile algunas cuecas en Talca pero allá era todo muy difícil.
Cuando se podía salía con amigos, después entre a estudiar auditoria, las cosas se complicaron porque mi papá se enfermó, me tuve que salir de la universidad, empezar a trabajar y hacerme cargo de muchas cosas, fue una etapa difícil.
No, trabajar en lo que fuera para llevar plata a la casa, trabajé en la construcción, en unas plantas de celulosa etc.
De ahí me puse a estudiar periodismo en la Santo Tomás, necesitaba plata para mis estudios así que le vendí mi caballo regalón el Lolero a mi primo Pablo Díaz, con el compromiso de correr con él. Invertí la plata de mi caballo en mis estudios y me vine a correr a la Federación Metropolitana Inter Costa.
Complicado al principio, las condiciones eran diferentes, corríamos toros difíciles, eso me sirvió mucho, aprendí a correr toros malos y a pesar de todo nos fue muy bien con mi primo y mi tío Carlos Díaz (Q.E.P.D). Lamentablemente estando Clasificados para la final no pude ir porque ya estaba haciendo la práctica en caballoyrodeo y coincidió con el universitario de Temuco.
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Gracias a don Enrique Gutiérrez de Talca que me abrió las puertas de la radio, ahí empecé a relatar, también con donJorge Inostroza que es el padrino de mi papá, en radio Agricultura, y mi práctica la hice en caballoyrodeo, donde la primera final que viví desde la arena fue el 2014 cuando salió campeón Santa Isabel. Ya llevo 5 años con ellos, me ha tocado viajar prácticamente por todo Chile cubriendo rodeos, una experiencia muy buena.
Mi papá estaba trabajando allá, por cosas del destino y cambios de jinetes me subieron a mí a la collera firme, el Criadero llegó con 3 colleras a los Clasificatorios, con mi papá y Juan Jamett. Yo por mi parte, primera vez que completaba, en Batuco estuvimos ahí pero no pudimos premiar y en Melipilla me tocó correr porque Andrés Errázuriz estaba de viaje y pudimos entrar con Juan Jamett las yeguas Ahora Si y Contraná en la serie Criaderos. En Rancagua corríamos 2 toros en las series y así fue el primer año corriendo en la Monumental, pero si me quedaba la sensación que si se podía más.
Bueno, yo conocía a Pablo porque lo había entrevistado, había compartido un par de veces con él, pero más allá de eso n otenía la suerte de conocerlo y la verdad cuando don Marcos me lo propuso, le dije que ningún problema, sabía que el desafío me lo podía, además cuando a uno que tiene poca campaña y te invitan a correr con Pablo Aninat sabiendo que los caballos son buenos ¿Qué haces? Hasta hubiese pagado por eso (se ríe)…
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No, pero yo sabía de los comentarios, como que no iba a dar el ancho, o que si llegábamos a los Clasificatorios me iba a apunar etc. Pero yo confío en mí y en el trabajo de mi papá, así que en la temporada fuimos sumando experiencia, el caballo fue madurando, la yegua se fue soltando más, nos fuimos afiatando con Pablo, hasta que completamos.
Cuando me subí me di cuenta de inmediato que estaba sobre un gran motor, que había que pulirlo porque era un diamante en bruto, pero tenía lo más importante que es velocidad y ganas de atajar. Lo demás era pega de mi papá… nos dice entre risas.
Llegamos allá con los caballos bien preparados, teníamos confianza, era un Clasificatorio bravo. En el camión el jueves veíamos la planilla y eran puros Criaderos grandes, Palmas de Peñaflor, Las Callanas, Casas de Bucalemu, El Carmen de Nilahue etc. Teníamos fe igual, no había que achicarse. El viernes en la serie criaderos partimos bajos con la última de 4 que hice al límite de no definida, teníamos 5, luego con mi compañero sumamos 8 llegando a 13, y el cuarto me salieron los 8 a la mano y 3 más de Pablo llegamos a 25 y nos ganamos la serie, se nos dio rápido.
Yo estaba confiado, mi meta era correr la final de Chile, los caballos estaban bien, corro con un gran compañero y sentía gran confianza en mí. El día jueves corrimos la mixta, no se nos dió. Al día siguiente en la serie Criaderos empezamos a pasar las vallas del toro a toro, sin un gran puntaje, pensé incluso que nos quedábamos en el camino, habíamos sumado 28 pts en 4 toros, pero quedaba una collera por correr con 19 pts que era Peleco en los potros, para mala suerte de ellos y buena suerte para nosotros ellos hicieron 1 malo, y nos instalábamos en la final de Chile, cumplía mi gran sueño de correr una final de Chile.
La verdad es que no, de hecho, en la final el primer toro teníamos mucha ansiedad, la primera atajada la corrimos mal y no logré hacerla, para atrás ataja Pablo y el toro se demora en pararse, en eso miro donde estoy y pienso ¿Cómo no voy a hacer capaz de hacer la otra?… le puse 4, más los 3 de Pablo quedamos con 8. En el segundo toro decidimos que la yegua corriera encanchada, los toros de la final son pesados, si la corríamos por la orilla rematarlos iba a hacer difícil, nos resultó y salió una carrera de 11. El capataz nos da permiso para salir, hablábamos con mi compañero que si seguíamos así corríamos el cuarto y agarrábamos requisito para la nueva temporada, en eso pensábamos. Entre tallas con los amigos y los petiseros que se paraban detrás del Peumo y cuando pasaba Cuenta Cuentos le decían ¡Hola papi!… entre todos lo disfrutábamos.
En el tercer toro entramos con garra a correr, hicimos las 2 primeras tajadas, quedaba la última en toro se trancaba, Pablo me lo afirma y el Peumo se pone justo antes de la línea y logro definir de 4, sumamos 11 más a los 19 que teníamos y llegábamos a 30, el requisito estaba ahí. El cuarto toro había que ponerle, no teníamos nada que perder, miraba al público y estaba la barra alentándonos, entre ellos mi familia, amigos, mi compañero Villalón y su familia que no podía estar más feliz… Entre un ruido que parecía un rugido impresionante de miles de personas apoyándonos, sale Pablo a la mano, lo vi muy cómodo en la yegua y mientras le arreo el toro le grito ¡Hazte Famoso! y le planta la primera. Para atrás le levanto la rienda al caballo porque el toro se venía parando, mi compañero me decía ¡vamos nomas! no me daba cuenta que lo traía afirmado en el arreo y me deja el toro puesto pa´ ponerle 3 más. Para delante con mi compañero lo dejamos correr por la orilla, llegando a la línea de postura le arreo y remata de 3, Pablo se desabrocha el casco y le digo ¡Ahí está la que no servía, no erró ni una!… (Se ríe), con eso llegábamos a 40, ya sabíamos que con eso por lo menos bailábamos la cueca.
Claro, había que esperar, en ese intertanto cuando el Pito Corvalán no logra marcar, había que esperar, llegaron los chiquillos de prensa, nosotros le decíamos que tranquilos, cuando alguien dice Peleco tiene 27 por broma, llega “Happy”Alegría, periodista de caballoyrodeo.cl con la planilla y se la pasa a Pablo Pino que me dice nooo si tienen 26 ¡son Campeones de Chile hueón! Nos miramos con Pablo ¿qué hacemos?… ya no aguantábamos más y nos abrazamos, éramos los Campeones de Chile.
De ahí todos felicitándonos, entre ellos aparece Rufino Hernández, con el que me doy un abrazo y le digo gracias, muchas gracias, usted fue mi profe, gracias entre lágrimas de los dos. Después llegó mi papá, mi familia, mi hermana, no veía a mi mamá, la buscaba con la mirada mientras daba entrevistas. Entre eso no tuve tiempo de nada, me llaman porque había que bailar la cueca y ni siquiera alcancé a sacarme las botas y las espuelas. Después llegó mi polola que ha sido un gran apoyo… uf fue todo muy emocionante.
Una yegua de verdad una yegua fiel, que no afloja.
Él es la guagua, el regalón, un diamante en bruto, yo sabía que iba a llegar muy lejos.
Un amigo, un compañero, una muy buena persona, alegre, siempre con una sonrisa, al igual que toda su familia.
Era la oportunidad que estaba esperando, porque Pablo Aninat es un gran jinete, él tiene un don, con una habilidad increíble de correr. Lo he aprendido a conocer, es un buen cabro y le agradezco la paciencia que ha tenido conmigo.
Que es un luchador, a nosotros nos faltaron muchas cosas y eso nos hizo ser más fuertes. A mi papá le tocó dar la vuelta larga, solo le faltaba toparse con caballos con clase para poder mostrar su trabajo.
Me gustaría ser un Campeón de Chile activo, hacer cosas por el rodeo más allá de mantener el nivel deportivo. Al conocer por mi trabajo todas las realidades del país corralero, hay cosas que se pueden hacer, re encantar al mundo del rodeo, hacerlos sentirse parte y que se puede.
Siempre habrán comentarios en todo sentido, los caballos son diferentes al resto, tienen otro estilo tanto ellos como nosotros para correr, esto te lo hablo como comunicador y no como corredor. En el periodismo hay reglas básicas, emitir opiniones con información y no porque yo creo que esto es así, siempre hay que pensar que detrás hay mucha gente, que a la larga merece respeto porque por algo llegaron a tal instancia. En el rodeo hay miles de estilos y nadie tiene la verdad absoluta y eso es lo bonito de esto.
Clasificatorio de Batuco, Criaderos
Los ganadores de la serie Criaderos del Clasificatorio de Batuco 2019:1° Santiago Oriente y Quillota, Criadero Peñasco de Santa Sylvia con Alfredo Díaz y Pablo Aninat en Peumo Marcado (Cuenta Cuentos y Doña Inés) y Doña Inés (Albertio y Consentida) con 25 pts.2° Santiago Sur, Criadero Agua de los Campos, con Gonzalo Abarca y José Omar Sánchez en Maligna II (Malulo y Ladera) y Cachativa (Maceteado y Morenita) con 22 pts.3° Maipo, Criadero Carimallín, Arturo Ríos y Pedro Espinoza en Alcahuete (Estofado y Atenta) y Laboriosa (Relevante y Ladina) con 19 pts.
Posted by Videos de Rodeo Chileno on Friday, March 8, 2019
Luego de conversar con tres de los protagonistas que se encontraban en su parcela que tiene el mismo nombre del caballo Campeón “Peumo Marcado” nos comunicamos con el otro Campeón de Chile a sus 27 años, Pablo Aninat, quién nos comenta:
Pablo Aninat, Campeón de Chile en Doña Inés
• Pablo, cuéntanos ¿Cómo fueron tus inicios en el rodeo?
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Criadero Las Terrazas de San Isidro, año 2001
Desde muy chico, a los 3 años ya acompañaba a mi papá a los rodeos con un caballo de palo, así que imagínate, fanático de chico. En esos tiempos de mi niñez mi papá corría por su criadero Las Terrazas de San Isidro, tuvo grandes temporadas, corrió un cuarto animal el 2004, así que la motivación siempre estuvo.
A los 7 años corrí mi primer rodeo, a los 12 años el 2004 completé por primera vez, fue en las yeguas Mocita y Baronesa junto a Jorge Fredes.
La primera vez fue el 2006 a los 14 años, entramos con Manuel Miranda en el Clasificatorio de Rengo en los caballos Zorzal y Troncal. En Rancagua en una serie corrimos 2 toros, para ser primera vez yo estaba feliz, además fui galardonado con el premio al jinete más joven de ese Campeonato Nacional. El 2007 también llegue con Trillador y Estafado junto a Sergio Abarca.
Partimos muy bien desde el comienzo, nos ganamos la serie de potros, y en la final mi potro Estrellero anduvo increíble, aparte corría con Sergio que es un gran jinete, y así se facilitan mucho las cosas.
• Ese cuarto animal le pusiste 8 a la mano, este campeonato 11 años después vuelves a definir con 6 a la mano
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Pablo Aninat en Estrellero
¿Cómo logras eso?
La verdad es que el 2008 era muy niño y corría el Estrellero que hasta ahora es lo mejor que he corrido en mi vida, se dio así. Hoy con más experiencia con la Doña Inés que conozco mucho se presentó hacerlas y se dio, la diferencia, hoy estoy más maduro y eso es el mérito de hoy.
La verdad es que no se si esa era como una meta fija, lo que yo quería era volver a correr un cuarto animal de Chile.
Muchas cosas, el 2011 fue muy triste por que por motivos de fuerza mayor tuve que dejar de correr por mi corral, hubo que tomar decisiones, como ya había hecho una campaña empecé a correr de forma profesional el 2012. Seguí llegando al chileno, pero no se daba, no lograba mi objetivo de volver a correr un cuarto animal, incluso a veces que veníamos de buenas campañas en los Clasificatorios y en la temporada. El rodeo es así, muy incierto.
Yo te diría que la madurez, el 2015 era una yegua nuevita de 9 años, que hizo la fuerza en la temporada, recuerdo que anduvo muy bien, a pesar que la Payita anduvo extra en ese Campeonato, la Doña Inés tenía mucho de los méritos. Hoy es una yegua maestra, que don Leo la tiene muy bien, lo que le pido me da y quedó demostrado, la yegua hizo todas las atajadas de la final, atajo por la orilla y encanchado.
Lo habíamos conversado antes de la final con don Leo y Alfredo, los toros de la final es muy difícil correrlos por la orilla porque son más pesados, corres el riesgo de no definir bien, así que decidimos correrla encachada aprovechando que la yegua andaba muy bien.
Creo que fueron etapas que se fueron quemando durante la temporada, el Peumo es un caballo nuevo que tiene pocos rodeos, podía aflojar también, así que la confianza la fuimos ganando de a poco, en Batuco por ejemplo los sentí bien, daba para ilusionarse quizás no en ser Campeón de Chile porque hay muchas colleras buenas, pero así de hacer un buen papel.
Redonda, llegué a Rancagua con una collera de caballos que entramos en Batuco con Schawky Eltit. También la actual Campeona, donde hay un equipo increíble, partiendo por el dueño de los caballos don Marcos que le agradezco enormemente que haya depositado la confianza en mí durante ya 4 años pasándome sus mancos para que los corra, punto aparte es la calidad de persona que es el, un siete, lo mismo que Don Leo y toda su familia donde ha sido muy grato compartir con ellos desde el inicio de la temporada hasta hoy, me he sentido muy acogido con ellos.
Un sueño, que quizás se iba a dar o quizás no, pero era un sueño y hoy se me dio.
Vamos a sacar otra collera del Criadero, correré también para el corral Ña Mara un par de colleras, y la otra collera aún no lo defino.
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Un amigo, una excelente persona, y te vuelvo a decir, que le agradezco mucho que haya depositado la confianza en mí.
Antes de cualquier cosa él es una gran persona y que nos preparó los caballos muy bien para que nosotros tuviésemos esta gran actuación. Gran mérito es de él.
Que es un gran compañero, con garra, se agranda en los momentos más difíciles, logramos afiatarnos muy bien corriendo. Además, muy feliz por él ya que conmigo corrió su primera final y no tan solo eso, ganarnos el Campeonato.
Un caballo muy bueno, que es muy nuevo todavía, tiene 9 rodeos en el cuerpo, le queda mucho por mejorar y entregar.
Pucha… Mi regalona, compañera de tantas batallas, de varias temporadas juntos, nos conocemos mucho. Uno le toma mucho cariño sobre todo a los caballos con los cuales te va bien y ella es muy especial, ocupa un lugar súper importante para mí, sobre todo ahora.
Es difícil asimilarlo, al principio es para no creerla, es muy pronto todavía, solo me queda disfrutarlo y agradecer.
A mi papá que fue quien me inculcó esto del rodeo, a mi familia, a mi gente, mis amigos, a don Marcos que es el dueño de los caballos, al equipo y a todas las personas que siempre me apoyaron.
71° Campeonato Nacional de Rodeo, Campeones de Chile
LOS CAMPEONES DE CHILE 2019…!!!!1° PABLO ANINAT Y ALFREDO DÍAZ POR EL CRIADERO EL PEÑASCO DE SANTA SYLVIA EN LA YEGUA DOÑA INÉS Y SU HIJO EL CABALLO PEUMO MARCADO CON 40 PTS…!!!!2° GUSTAVO VALDEBENITO Y CRISTOBAL CORTINA, CRIADERO PELECO EN COMPADRE Y CABALLERO CON 37 PTS.3° MARIO MATZNER Y GERMAN VARELA EN MARIACHI Y TÍO LALO CON 36 PTS.
Posted by Videos de Rodeo Chileno on Sunday, April 7, 2019
Así es El Peñasco de Santa Sylvia, un criadero que se re encantó con el rodeo, que disfruta los fines de semana, donde cada uno cumple un rol, los jinetes Pablo Aninat y Alfredo Díaz, el arreglador Leopoldo Díaz junto con su esposa Magaly que siempre los está alentando al igual que su hija Andrea, el veterinario que está a cargo de los caballos, el cuidador don Daniel Duarte, el peticero a cargo de los caballos en Rancagua Claudio Díaz, y que decir de los regalones que los acompañan a los rodeos, los perritos “Punto Bueno” y “Requisito”, también el “Motosierra” que es el topero lobo que mide si los caballos andan bien y por supuesto el alma de todo esto don Marcos Villalón junto a toda su familia.
Como equipo de Vivir a Caballo no nos queda mas que agradecer la confianza que depositaron en nosotros quienes son hoy, los actuales Campeones de Chile de Rodeo.