En este pasado clasificatorio de San Fernando vimos ganarse en muy buena ley la Primera Serie Libre B a la collera de Asociación Talca de Rufino Hernández y Matias Sepulveda en Millalonco Agrandaíto (Estruendo y Favorita) y San Sebastian de Cato Cachito (Cachazo y Conquistadora) con 26 puntos (10+7+9), y fuimos sorprendidos por la valentía y condiciones del pequeño mulato hijo del Cachazo. Es por esto que nos contactamos con su dueño Don Carlos Sepúlveda para saber la historia de este pequeño gigante, llegando a conocer una historia linda, de un caballo bueno; una historia digna de contar.

San Sebastián de cato “Cachito”

La historia del Cachito comienza como resultado de la solidaridad huasa, esa misma que se hace presente cada vez que los tiempos se ven duros y que muestra lo que somos como comunidad. El año 2004 en la premiación de la asociación Ñuble se realiza un remate de montas a beneficio de Juan Mundaca Uribe, jinete de Ranking y de mil batallas que lamentablemente ese año habia tenido un grave accidente. La gran solidaridad y apoyo de los huasos llevó a donar montas de la talla de Talento, Plebiscito, Campo bueno II, Peregrino, Custodio, Cadejo, Cachazo, entre otros. Es así como la monta de este último (donada por don Ricardo Walker, criadero Vista Volcán), terminó creando a Cachito. Santa Elba “Cachazo”, lindo potro sello de raza en el campeonato nacional, extraordinario corralero finalista en varias ocasiones y productor de grandes caballos de la talla de Cacharpeado, Cencacha , Las trillas de la Torina Cachito, Quinchazo, Pregonero,Cachetao en Domingo,Tormentoso, Cafiche, Cachaña , Confundida y tantos otros presenta un linaje real al ser hijo de Taco en la gran Nutria, hija del Refuerzo en Piedraita (madre del tri campeón de Chile Palmira “Manicero”).

 

Santa Elba “Cachazo”

Años antes de esta historia Don Rodrigo Claro Mimica (tremendo amigo de mi familia) le vendió a Sebastián Gonzalez la yegua Estribillo “Flecha”; una hija de Santa Elba “Fichero” (Bellaco y Ficha, potro 3ero de Chile 1992) en madre Cosechero (hijo del gran “Tutito”). Ésta venía preñada del potro Los torunos “Resquicio II”, un hijo del gran Resquicio (Quicio) en una hija de nada menos que del gran “Guarapo”, gran línea materna y fundador de Familia. Así nació San Sebastián de Cato “Conquistadora”, la cual posteriormente fue adquirida por el criadero la Carmelita y luego por Francisco Rossler para las crías. De la cruza del Cachazo con la Conquistadora nació San Sebastián de Cato “Cachito”, potro de no mucha alzada pero de gran velocidad y extraordinaria pegada. Ahí comienza otra historia digna de contar; la adquisición de este potro por Carlos Eugenio Sepulveda Gesswein (Criadero La reserva del Jutre). Cabe mencionar que hoy en día don Samuel González (criadero pantano del bajo) también es propietario del potro.

 Santa Elba “Cachazo”

Según nos cuenta Don Carlos, el vendía en su tiempo un hijo de Custodio en una hija de Campo bueno II. Fue contactado para venderlo y pidiendo “X” cantidad , y el comprador, que siempre negociaba los precios, le dijo “te doy un poco menos de X y un hijo de Cachazo”, a lo cual Sepúlveda aceptó. En el momento que bajó el potro no fue de su gusto físicamente por lo pequeño. Sabiendo que tanto él como su hijo Matías son de estatura más bien alta y algo corpulentos, piensa que no se va a adecuar a ellos, razón por la cual don Carlos le dice a su arreglador de entonces (Ernesto Vásquez) que lo vendiera en “lo que caiga”. El potro venía empezado y galopado a las 2 manos por don Sergio Amparanza y en el momento que don Ernesto Vásquez lo comenzó a trabajar se encariño en demasía con el potro y le encantó, debido a que lo encontró de muchas condiciones y le recordó al gran potro “Gorgoriko” (Finalista y Ganador de Clasificatorios) el cual él trabajó.

Tiempo después de trabajado el potro le llegó una oferta a Carlos Eugenio por el potro. En el momento que le contó a don Ernesto que la iba a aceptar, éste le pidió que no lo vendiera y le aseguró que si lo vendía el partía con camas y petacas de su Criadero. Por lo mismo desistió de la venta, la cual lo tenía bastante convencido. Pasó el tiempo y el potro siguió demostrando grandes cualidades, al punto que llegó comprador para este “Cachito de potro” en una cantidad bastante llamativa. Sepulveda analizó la oferta y no se pudo resistir, se realizó la venta del potro y don Ernesto Vásquez demostrando que es un hombre de palabra le renunció en frente del comprador, el cual le ofeció trabajo de inmediato. Con camas y petacas partió con su regalón.

Al tiempo después (alrededor de un mes), hubo problemas con el pago del potro, por lo que Sepúlveda fue en busca de Cachito. En consecuencia, Don Ernesto renunció al nuevo corral de Cachito, momento en que Carlos Eugenio re-contrató ahí mismo volviendo nuevamente con camas y petacas y siguiendo a su “Cachito” nuevamente al criadero “La reserva del jutre”. Al tiempo después sacó a correr a Cachito como caballo nuevo solo “pasándolo” pero demostrando sus cualidades vaqueras. Después lo sacó a correr su hijo mayor, Matías Sepulveda con muy buenos resultados. Se premió en su tercer rodeo junto con Garañón, después corrió un 4to animal con Carlos Eugenio para luego terminar la temporada ganándose un rodeo en San Clemente corrido por Rufino Hernández junto a Matías Sepulveda (en Patagual). A la temporada siguiente se le siguió dando rodaje y aún corriéndolo con ese fin. Padre e hijo (Carlos y Matías) obtuvieron un tercer lugar en el rodeo de Comalle (asociación Curicó). Cabe mencionar que conocí al potro en un rodeo de molina en mayo del año 2016 acompañado de Eugenio Valenzuela en “La tanguita”, rodeo el cual para mi gusto fue el mejor caballo del rodeo.

 

Como es potro de ley, incluso lo corrió en 2 rodeos escolares el menor de los Sepulveda, Nicolás, que lo premió en uno de ellos. Lamentablemente a don Ernesto Vásquez le diagnosticaron una enfermedad que le prohíbe andar a caballo, por lo que por las cosas del rodeo se dio la oportunidad de que Matías compitiera con Rufino Hernández en Cachito acompañado de Agrandaíto (Finalista 2016, Hijo de Estruendo). La idea principal del corral era correr las yeguas del criadero Millalonco (Doña Vale y Cuenca), pero debido a que en un rodeo por probar los potros superaron a las yeguas y quedaron con 6 y requisito (rodeo de San Carlos) decidieron terminar compitiendo en los potros. La historia continúa y completaron en tan solo 3 rodeos viéndose jinetes y caballos a un gran nivel, e incluso ganándose un rodeo con 37 puntos buenos. Según nos relató Sepúlveda el potro es obra de Don Ernesto, pero fue Rufino quien lo llevó a su máximo nivel, el cual llevó a este chico (1.30 mts) pero “simpático” potro ganarse la primera serie libre B de San Fernando 2018 con 26 puntos buenos (10+7+9), en compañía del también extraordinario “Agrandaito”, propiedad de Rufino Hernández.

 

También nos relata que el potro se sacó a los 7 años y se esperó hasta los 11 para hacerlo competir. Respecto a sus crías nos relata que el potro actualmente tiene 3 crías siendo la mayor de 2 años 4 meses, la cual ya alcanzó la alzada de su padre. Las otras 2 crías de alrededor de 1 año 3 meses se ven de bastante buena alzada para la edad en que se encuentran. “La verdad es que probé al potro porque no me quería arriesgar a ponerle muchas yeguas a un potro de baja alzada, pero escogí yeguas de buen físico y la verdad es que estas 3 crías me han demostrado que el potro con yeguas adecuadas puede dar buena alzada, arreglando el defecto que tiene él, por lo que ya se me fue el “miedo” de no ponerle yeguas porque me podría dar de baja alzada”.

Al preguntarle que yeguas ha escogido para reproducir el potro (tiene la intención de sacarle varias crías al potro) su respuesta fue simple y certera: “La verdad el tiempo me ha demostrado que la línea Esperando con Guinda es muy ligadora y de buenos resultados, además de buen físico y cualidades vaqueras, por lo que escogí hijas de Estruendoso (Estruendo – Fichero), Cantero (Canteado – Qué mas dá), Estrellado ( Estruendo – Qué mas Dá), Cuento (Esperando – Guinda), Sablazo (Esperando, Guinda), entre otros.

Para finalizar nos cuenta que piensa en no abusar de las habilidades ni bondades del potro y que el próximo año quiere darle un “año sabático” al potro corriéndolo en familia y sin exigirlo tanto para que así dure años en su nivel. También que su sueño e idea principal es correr en familia a futuro y esperar que su hijo Nicolás esté listo para competir, ya que Matías va por buen camino, y así competir en familia y en ese momento darle un apretón a su fiel potro. A futuro espera tener productos criados para correr solo caballos de su criadero “La reserva del jutre”, en familia junto a sus hijos. Esa es la actual historia del gran “Cachito”, el cual prácticamente nació producto de la solidaridad y bondad de los huasos. Y que llena de vueltas lo llevó adonde está ahora, camino a la monumental. Como equipo de vivir a caballo les deseamos todo el éxito del mundo a los Sepúlveda y su equipo, además de suerte que en este deporte siempre se necesita.

Claudio Vicente Jiménez Soto, Amaya Busto y Gustavo Vera, en fin… vivir a caballo