El miedo es evolutivo, le permite a uno estar atento al peligro y sobrevivir. Al caballo le ha servido para mantenerse 65 millones de años en la tierra y no ser almuerzo, porque el caballo que huye se ha salvado.
El contexto en el que convivimos con el caballo cambia las condiciones a las que tiene en la naturaleza. Tiene que compenetrarse y hacer lo que le pide un predador, y desactivar los circuitos más primitivos arraigados en el cerebro.
Si uno va a ver de dónde nace el miedo, el instinto y las reacciones emocionales, uno no puede dejar de hablar de la amígdala (no es la que nos quitaron a muchos cuando chicos, es otra). Y es que este pequeño centro cerebral es el centro emocional del miedo. En los caballos es el que activa el instinto de huida, los hace tenerle pánico al carro, espantarse, estar rabiosos, ser desconfiados, hacerse pipí y tantas otras cosas.
En el caballo este sistema cerebral evolucionó para detectar el peligro. Hay estructuras, hormonas, centros involucrados que participan en esta respuesta y en el caballo la amígdala está bien desarrollada. Se pueden fortalecer las rutas y disminuir la influencia; domesticando, des sensibilizando, familiarizando, enfrentando y trabajando se puede incentivar lo que nosotros queremos y dejar de lado las otras respuestas. A todos nos han tocado caballos espantadizos que después son de lo más mansos o ver caballos mañosos que con algunos son completamente entregados.
No es una sola cosa que determina un comportamiento, es un conjunto. Hay muchas cosas que pueden influir, no hay un puro responsable. Por ejemplo las glándulas adrenales influyen, y su tamaño disminuye con la domesticación.
Hay ciertos comportamientos, actitudes y trucos que estimulan otras áreas del cerebro, y por ende como funciona todo. Y es que el comportamiento, actividades y hábitos son capaces de cambiar la dinámica cerebral: fortalecer algunas áreas, mitigar otras y cambiar la forma de reaccionar, actuar y hasta pensar.
Lo más importante es saber usar este recurso en el trabajo. Si le pedimos algo cuando está tenso el caballo se bloquea y no puede responder de la manera adecuada, entra en pánico. Generalmente los caballos arrancados que no los puede parar nada, tienen bloqueada toda respuesta y están teniendo una respuesta emocional: hay un musculo que mueve y cierra la mandíbula que se bloquea y repercute en la boca del caballo (se llama musculo masetero), si el caballo se relaja, se relaja el musculo y suelta la mandíbula, puede responder. La respuesta se bloquea en momentos de tensión, se está pensando en lo que aterra, no en lo que se le pide. Y si se quiere una respuesta adecuada, ojalá pueda estar concentrado, sin temor ni dolor.
Les cuento porque tuve que aplicar esto para poder sobrevivir con mi negra, hice de todo para relajarla hasta que finalmente me funcionó, pero el principio no fue fácil, me costo la rotula y varias rabias el poder lidiar con una yegua que le tildaba de mal carácter, pero la verdad estaba reaccionando. La práctica y el ejemplo enseñan también, gran cantidad de buenos jinetes apuntan a tener a sus caballos relajados, mírelos, trate usted y vea como le funciona. Al Reservado le ponían audífonos, al Fichero lo sacaban a nadar, cada quien tiene su receta, trate usted la suya!!.
Si quiere saber más del miedo en los caballos puede leer este artículo.
http://dmurielholgado.blogspot.cl/2014/12/el-miedo-en-los-caballos.html
